Lo natural es lo natural.
No sé si os pasa a cada uno de vosotros, pero yo cada vez estoy más y más cansada de la fruta y verduras de las grandes superficies.
No tienen sabor ninguno, saben a plástico por lo general, cada vez duran menos y si quieres algo con calidad tienes que dejarle a la cajera un ojo y parte del otro. Y claro está, como consecuencia de ello las comidas, cenas, y postres ya no son lo que eran.
Antaño, recuerdo a mi padre y abuela coger un tomate de la rama, enjuagarlo y comerlo a bocados, sin aliño y sin nada. Lo mismo pasaba con las naranja y los limones, Dios que sabor, eso sí era comida y no lo de ahora. Pues bien ese sabor y olor tan entrañable lo he vuelto a encontrar y aunque parezca mentira donde menos pensáis. Lo tenemos en los mercadillos, en los señores que tienen una pequeña huerta o campo, la calidad es impresionante, a nivel económico podemos ahorra más de la mitad del dinero que destinábamos a verduras y frutas.
Os animo a que hagáis la prueba y sobre todo si tenéis pequeñajos. La papilla de frutas y de verduras será toda una sensación de sabores y comerán la comida de verdad.