No se trata de ser inocente, se trata de no ser culpable

Lo que a continuación se va a exponer puede parecer feo, incluso chocante pero en muchas ocasiones es así, y bien estará que lo sepamos utilizar en nuestro favor, si nos conviene para solucionar un asunto legal que debamos resolver: en muchas ocasiones, ante una reclamación o un juicio, no se trata tanto de tener la razón, como de saber vender que tenemos la razón, en muchas ocasiones no se trata tanto de probar que somos inocentes, sino de probar que no somos culpables.

En aras de la ética y de «la verdad» se podría decir que la verdad siempre debería salir a la luz, pero obviamente eso no siempre es así, «Alicia en el país de las maravillas» es una película de dibujos animados, y en muchas ocasiones cuando debemos defendernos, es adecuado que lo hagamos construyendo nuestra estrategia y nuestra defensa pensando en ganar el pleito y no con el objetivo  de que se demuestre que tenemos la razón o que somos poseedores de «la verdad».

Y es que del mismo modo que del segundo no se acuerda nadie, en realidad nadie se acordará de aquel que tenía la razón o que era el poseedor de «la verdad» pero paga con sus huesos en la cárcel. Lo que quedará era que el que tenía «la verdad» o la razón es aquel que gano el juicio. Y de no quedar eso, como mínimo, no se habrá sufrido castigo penal alguno.

En muchas ocasiones, afortunadamente, «la verdad» irá alineada y aliada con el ganador del juicio, y la justicia hará auténticamente justicia, pero en otras muchas ocasiones no será así y para estos casos lo adecuado (si somos los defensores) es que sepamos utilizar las estrategias adecuadas (o combatirlas si somos la acusación).

Y ¿cómo se utilizan esas estrategias? Aquí no vamos a entrar obviamente en un tema que abarcaría líneas y líneas y que depende de cada caso particular y trasciende de un texto como este, tan sólo dar un input: no es inocente aquel que se demuestra que es inocente, sino aquel que no se puede probar del cierto y sin lugar a dudas (reitero, del cierto y sin lugar a dudas) que sea culpable.  Dicho de otro modo, puede que no sea inocente, pero no será culpable, como mínimo penalmente, y en consecuencia no resultará punible. abogados herencias.

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